Salvan a policias que iban a ser linchados y quemados, en Tamaulipas

Al menos 300 pobladores, secuestraron a nueve elementos de Seguridad Pública Municipal (SPM) del municipio de Hidalgo, al norte de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, con amenazas de lincharlos y quemarlos con gasolina en el interior de las oficinas que previamente habían destrozado a pedradas.

La toma del edificio que alberga la comandancia de la Policía Ministerial y la dirección de Seguridad Pública Municipal sucedió cerca de las 11 de la mañana, en el poblado de Santa Engracia, municipio de Hidalgo, el cual está ubicado a 40 kilómetros  al norte de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, y cuenta con una población de siete mil 200 habitantes.

La decisión de destrozar las oficinas de las corporaciones policíacas y de secuestrar a los policías municipales se registró tras la huida de agentes ministeriales de lugar, debido a que uno de ellos era señalado de haber dado muerte a balazos a un poblador.

Edgar Zúñiga Herrera, hermano de la victima aseguró que el tomar la justicia por su propia mano se debe a que están cansados del actuar de las autoridades a quienes constantemente han señalado por sus abusos de autoridad.

“Siempre hacen lo que quieren ellos, a mi hermano lo mataron como un animal, lo mató un ministerial y aquí no está detenido”

Autoridades policíacas aseguraron que los hechos sucedieron cuando la víctima atacó al agente.

Por su parte Romana Uvalle Serna detalló que el pueblo decidió encerrar a los agentes, porque el presidente municipal del municipio, Marco Antonio Leal desoyó sus peticiones.

“El presidente municipal no se ha parado por aquí, le hemos hablado y no hace caso de nada,  él debe poner el remedio para lo que está pasando”.

Al menos 300 gentes se apostaron frente al edificio y empezaron a apedrearlo, sin dejar que los elementos que se encontraba de guardia lograran salir.

En el lugar los policías se refugiaron en la oficina en el momento en que los habitantes apedreaban las ventanas del lugar amenazando con sacarlos y golpearlos, pero previo a lanzar botellas con gasolina encendidas.

Uno de los elementos municipales secuestrados fue quien utilizó un teléfono celular para pedir apoyo de otras corporaciones para que acudieran en su rescate.