Se alertargaron y les ganaron el tiro; ya estan tras las rejas

Tuvieron el oro, la plata, el bronce, la pedacería, las piedras, al alcance de sus manos; todo brillaba frente a ellos. Intentaron llevárselo, aunque fuera por la fuerza y sin pagarlo, pero no contaban con que “la policía siempre vigila”.

Eran tres hombres, traían una escopeta .12 milímetros entre varias cosas: tres pasamontañas, dos gorras, un marro, un martillo, una barra de metal de un metro de largo, dos mochilas vacías; pretendían utilizarlas para realizar lo que quizá se hubiera convertido en uno de los asaltos más mentados de los últimos tiempos. Pero cometieron un error; se aletargaron y les ganaron el tiro.

Una patrulla de la policía auxiliar de Guadalajara, con varios elementos a bordo, realizaba su rondín; estaban en el estacionamiento de uno de los centros joyeros más grandes de México; a unos metros de la Expo Guadalajara, donde se realizan los eventos más grandes de esta ciudad y quizá del estado. Es precisamente donde se encuentra el World Trade Center.

En ese momento, por una de las entradas del estacionamiento subterráneo llegó una camioneta Dodge Ram Charger, color negro con plata, modelo 95, placas JBU-4412 de Jalisco; de ella descendieron cuatro sujetos, uno de ellos portaba un arma de fuego tipo escopeta con la que amagó a los elementos policiacos y gritó lo que tenía que gritar, como se ve en las películas, como tradicionalmente nos han hecho ver se cometen este tipo de actos: “No se resistan, tiren sus armas; esto es un asalto”.

Los uniformados no daban crédito, pero accionaron sus armas y el asaltante de la escopeta, Isaac Torres Hernández, un joven de 26 años de edad, cayó al piso, herido, con tres impactos en el tórax y otro en el ante brazo derecho. Tendría que ser hospitalizado. Los otros tres presuntos delincuentes se asustaron, se acobardaron; sólo atinaron a esconderse entre los vehículos, como lo hicieran las garzas o los correcaminos: ocultaron la cabeza, pero el resto del cuerpo los delató. Claro, intentaron huir, pero los policías ya no les dieron tiempo. Los capturaron.

Luis Eduardo Silva Ochoa, de 32 años; Jesús González López de 29 y Jesús Martínez González de 30, todos vecinos de la colonia Santa Paula, en el municipio de Tonalá, fueron llevados ante el ministerio público del fuero común, sí, por tratarse de un intento de robo. El centro joyero de Avenida Mariano Otero 1329 al cruce de Avenida las Rosas, en la colonia Rinconada del Bosque, en Guadalajara, quedó a salvo. Las joyas permanecen intactas y el brillo de los metales sólo quedará en la mente de los presuntos asaltantes; sólo el plomo y acero de los barrotes de la prisión es el que tendrán ahora a su alcance.