Sólo pido justicia laboral

Cuando salí (obligado) de la Secretaría de Seguridad Pública, por el cambio de administración, mandé una carta al entonces presidente de México, Vicente Fox Quesada. Era el mes de en enero de 2005. Cuatro años de haber iniciado su gobierno y tan sólo dos más (bueno, casi) de que terminara. Por supuesto, la carta nunca tuvo respuesta.

En ella criticaba yo lo que él mismo había expresado unos meses atrás, cuando se instauró en definitiva el Servicio Profesional de Carrera, antes llamado (Servicio Civil de Carrera, pero sin aplicación real) en el sentido de que se privilegiarían los conocimientos de los empleados en las instituciones frente a los amiguismos o los compadrazgos, tan mentados en sexenios anteriores.

Desde entonces, desde enero de 2005 a la fecha, yo no he visto la mía. Llegó Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de la República, tras un proceso electoral muy reñido y cuestionado. Ya como presidente Electo me atreví a escribirle y plantearle dos situaciones muy concretas, una de ellas la referente a mi falta de trabajo, que ya para ese entonces sumaba poco más de año y medio.

Le explicaba que mi situación era crítica. Pedí su intervención para poder participar de las actividades que yo desarrollo y que no son otras que las específicas al periodismo, aplicado a la Comunicación Social, actividad en que me he desenvuelto durante más de 25 años, tanto en medios de comunicación electrónico y escritos, como en oficinas de prensa de diversas dependencias.

Obtuve una primera respuesta a través de correo electrónico, en la que se me decía que el Presidente Electo había atendido una propuesta que hice en materia de salud, pero de mi trabajo nada. Volví a escribir ya después de haber tomado posesión como Presidente Constitucional de la República Mexicana Calderón Hinojosa. Insistí en la necesidad de contar con trabajo digno, seguro y a la altura de la experiencia obtenida a través de esos 25 años.

A principios del presente año, en febrero -yo ya con medio pie en una nueva actividad- el ánimo se me levantó. Recibí sendas cartas en mi domicilio. Una era de la Red Federal de Servicio a la Ciudadanía, en la que se me afirmaba que el Presidente Felipe Calderón tenía -tiene, dice el escrito- como una prioridad de su gobierno \”el empleo en México\” y que \”el 7 de octubre de 2003\” había entrado \”en vigor la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal, cuyo reglamento se publicó el 2 de abril de 2004\”.

Me decían que habían turnado mi asunto a la \”Secretaría de la Función Pública con la finalidad de que esta institución determine la atención que corresponda y a la brevedad posible ofrezca una respuesta, de la que ésta área estará al pendiente y dará seguimiento\”.

Me sugerían entrar a la página de trabajaen.gob.mx donde podría buscar alternativas de empleo en el sector público acordes a mi perfil laboral, sin saber que un año atrás ya lo había hecho, ya había concursado una plaza, había superado los filtros correspondientes, los exámenes y sólo me faltaba una entrevista para poder acceder a una fuente de trabajo \”acorde a mi perfil laboral\”, instancia a la que nunca llegué, como muchos no han llegado.

Apenas cuatro días después, en el mismo febrero de 2007, recibí otra carta. Ésta de la subdirección de Reclutamiento y Selección de la Secretaría de Gobernación, en donde me explicaban exactamente lo mismo que me habían dicho de Presidencia de la República: usted podrá enviar su currículum a través de la página…, lo mismo, nada de atención de acuerdo como \”mi perfil laboral\”.

Debo decir que estoy inscrito en trabajaen.com.mx desde febrero de 2005, he tratado de concursar varias plazas, pero todo ha sido infructuoso, porque en las áreas de Comunicación Social pocas son las plazas que se concursan y, más aún, se dejan en libertad de hacerlo democráticamente.

Ahora, y debido a esto es que escribo, recibí una \”oportuna carta\”, mandada vía Servicio Postal Mexicano, fechada el 7 de junio del presente año, pero entregada apenas este 11 de julio por Sepomex, firmada por Eugenio Antonio Malagón Rodríguez, de la Dirección General de Ingreso, Capacitación y Certificación de la Secretaría de la Función Pública (la instrucción fue girada desde 8 de febrero), donde se me reitera lo mismo de las dos anteriores, es decir, que ingrese a trabajaen, me inscriba, siga los pasos y concurse cuanta opción se apegue a mi perfil laboral.

De risa, ¿no? Quien cree en el Servicio Profesional de Carrera, cuando yo laboro -porque ya lo hago, en condiciones pésimas y con un sueldo bajísimo de acuerdo a mi \”perfil laboral\”- en una oficina donde los directores de área fueron impuestos por la titular de la dependencia, sin tener el \”perfil laboral\” adecuado, sin experiencia, y sin habilidad para desempeñar el cargo y mucho menos haber pasado por los requisitos que marca el Servicio Profesional de Carrera. A ellos ¡¡¡no los mandaron a que se inscribieran en trabajaen.gob.mx, ni mucho menos han tenido que seguir el proceso que marca el reglamento respectivo!!!

Dónde está la democracia y la legalidad cuando se trata de gente que no tiene amigos en las altas cúpulas de gobierno y se ciñe a los lineamientos que le marcan las instituciones como lo han hecho conmigo Presidencia de la República, la SFP y la propia Secretaría de Gobernación, a donde también intenté ingresar a principios de la administración y de donde la respuesta, por escrito, fue en los mismos términos de las anteriores.

No obstante lo anterior y ya con un empleo semi fijo, ahora se me pretende correr del mismo, por el simple hecho de haberme enfermado y, por lo mismo, dejado de asistir a mi labores durante una semana.

Por todo lo anterior, hago un nuevo llamado al Presidente de la República para que se atienda mi caso. Primero se haga justicia en mi actual empleo, donde no he cometido falta alguna como para que se me haga a un lado, y después para que se me dé la oportunidad de conseguir un nivel de acuerdo a mi \”perfil laboral\”, incluso concursando la plaza a través de trabajaen.gob.mx, pero sin que medie el favoritismo que es característico en este tipo de trámites, de los cuales puedo darle muchos ejemplos, porque los conozco, los tengo cerca y son evidentes.

Oportunidades hay; alternativas también, vacantes no se diga y todas en las áreas que yo he desempeñado y en las que cuento con la capacidad y experiencia necesarias para salir avante. Sólo basta decisión y voluntad para hacerlo.

2 thoughts on “Sólo pido justicia laboral

  1. Es verdad creo que lo que comentas es muy cierto, considero que no funciona la secretaria de la funcion publica, como debiera, ademas de que ni siquiera los telefonos que maneja la publicidad en television estan vigentes
    ¿Seguimos Esperando?
    tal vez otro gobernante, tal vez otro partido politico en el poder, algun dia, parece un cuento de hadas, pero probablemente el proximo, si haga lo que tiene que hacer.

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