Tiene una mezcla de 28 tipos de cocoa, una infusión de cinco gramos de oro comestible de 24 quilates y es servido en un cáliz rayado con más oro comestible. Se come con una cuchara de oro decorada con diamantes color chocolate, la que el cliente se puede llevar a casa; sólo cuesta 25 mil dólares y no se vende en cualquier heladerÃa.
¿Se le antojó?, pues usted lo puede consumir en un famoso restaurante de Nueva York y sólo basta que lo pida con anticipación a su llegada, por su nombre, helado \”Frrozen Haute Chocolate\” y, claro que esté dispuesto a soltar esta insignificante cantidad de billetes verdes. Total el placer debe valerlos.
Stephen Bruce, propietario de Serendipity 3, un restaurante muy frecuentado por turistas, se asoció con la joyerÃa de lujo Euphoria New York para crear este postre, que tiene una mezcla de 28 tipos de cocoa, entre las que se incluyen 14 de las más caras y exóticas de todo el mundo, además de una infusión de cinco gramos de oro comestible de 24 quilates y es servido en un cáliz rayado con más oro comestible.
En la base de la copa hay un brazalete de oro de 18 quilates y un quilate de diamantes blancos. El helado es coronado con crema batida cubierta con más oro y una Madeline au Truffle de la chocolaterÃa Knipschildt.
El postre se come con una cuchara de oro decorada con diamantes color chocolate, la que el cliente se puede llevar a casa. Eso sÃ, el helado sólo está disponible si se encarga de manera previa.
El plato ingresó la noche del miércoles en el Libro Guinness de los Récords. Primero fue una pizza con caviar y luego una hamburguesa de carne de ‘Kobe’, ahora le tocó el turno a este exhuberante postre.
El Serendipity 3 es un restaurante que ya fue escenario de la comedia romántica \”Serendipity\”, con John Cusack y Kate Beckinsale, y es conocido no solo porque se rodó esa pelÃcula, sino porque también tiene el récord de haber lanzado hace unos años la que fue la bebida más cara, el \”Golden Opulance Sundae\”, un batido helado y cremoso por el que se pagan $1,000.
Estas extravagancias se unen asà a otras excentricidades culinarias propias de la Gran Manzana, que tiene el honor de vender el \”bagel\”, un panecillo con forma de rosquilla de origen judÃo cuya masa se hierve primero en agua y luego se hornea, por $1,000 y restaurantes en los que venden pizzas a ese mismo precio.
Sólo me pregunto. ¿Habrá quien se atreva comerse 25 mil dólares en una sentada, bueno, más el costo del café americano, para quitarse lo empalagoso que debe resultar el chantilly de encima y los pequeños trozos de oro que se deben quedar entre las hendiduras de los dientes ¿No cree usted?
que mal repartido está el mundo!!!!!!!!!
un beso, pandora.