¿Quién no en alguna ocasión se ha parado frente a un puesto de carnitas o de fritangas y ha gozado del sabor irresistible de una gordita de chicharrón, de papa o de frijoles? ¿Quién puede decir que por la dieta dejarÃa de probar una rica gordita; sÃ, de esas que se hacen en medio de aceite y que para el colesterol son sensacionales?
La verdad es que siempre, en algún momento de nuestras vidas hemos dado nuestro brazo a torcer y hemos sucumbido ante la tentación de esos manjares de la cocina mexicana. Más aún cuando se nos ocurre pasar por rumbos de la Avenida Revolución en camino hacia el sur, en la ciudad de México.
Para quienes no saben lo que es un gordita, debemos decirles que nos es otra cosa que una bola de masa de maÃz; ah! eso sÃ, de buena masa y casi siempre que sea de nixtamal, que en su interior lleva mezclado chicharrón prensado, o papa molida o un poco de frijol martajado.
Como en el caso de las gorditas de Zacazonapan, una vez que se han aplastado esas bolitas, le ha dado una forma circular, se pone sobre un comal, con manteca de cerdo, para darle un buen sabor y se dejan freÃr bien hasta alcanzar su cocimiento total. Se sacan de comal, se abren por la mitad (como en las fotos), se les pone un poco de cebolla, cilantro; su salsa bien picosa y listo: pa\’dentro -como se dice en México.
Cuarenta y dos años llevan los muchachos, los señores, de las gorditas de Zacazonapan en ese mismo lugar, en la Avenida Revolución, exactamente pasando el eje 5, ahà donde el puente marca el inicio del segundo piso de esta Gran Metrópoli, en la acera del lado derecho y junto a un mueblerÃa -cometà el error de no fijarme en el número-. Pero no se confunda en la esquina anterior hay otras, pero ahà son carnitas y, la verdad, las gorditas no saben igual.
Saborear esas gorditas sà que es darse un gusto que bien vale el rompimiento de cualquier dieta.
Quieren un antojo más, vean el video a continuación:
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