Una pareja nunca pensó que este día fuera su calvario; mucho menos un sujeto se imaginó que por asomarse a ver lo que sucedía frente su domicilio pudiera costarle la vida. La verdad es que el la tragedia enlutó a dos familias y, lo peor, es que ni siquiera conocen la razón.
Por la mañana, Claudia Angélica Rodríguez Ojeda, de 40 años, subió a su camioneta Voyager, color guinda, placas 183-URE; su esposo, Oswaldo Castillo Guzmán, la abordó por el lado del copiloto. Salieron de su domicilio por rumbos de la colonia Leyes de Reforma, en la delegación Iztapalapa, ambos iban a su trabajo.
Al llegar a la esquina de las calles Batalla de Calpulalpan y 4 de Abril un sujeto aparentemente desconocido les cerró el paso, obligó a Claudia a detener la marcha del vehículo. Sin mediar palabra alguna, sacó de entre sus ropas un arma de fuego y disparó contra ella y su esposo.
Por la ventana de una de las casas se asomó un curioso vecino, era Mario Enrique Vásquez Torres, de 52 años; el sujeto de percató de ello, volteó le apuntó y le metió un tiro en la cabeza. Éste calló muerto instantáneamente.
El ruido provocó que más gente saliera a ver lo sucedido; ellos corrieron con más suerte, el sujeto ya no se detuvo; huyó con rumbo desconocido. Llamaron a la policía y cuando los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del DF llegaron se dieron cuenta que en la Voyager yacía el cuerpo de Claudia con un tiro en la cabeza, ya sin vida y el de su esposo, que con un tiro en el cuello aún se resistía a morir.
Llamaron una ambulancia y los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) trasladaron a Oswaldo al Hospital de Balbuena, donde se debate entre la vida y la muerte.
Mientras tanto personal de Servicios Periciales se dieron a la tarea de levantarlos cuerpos de los fallecidos para trasladarlos al anfiteatro de la Fiscalía Desconcentrada en Gustavo A. Madero, donde se inició la averiguación previa correspondiente, según Notimex.
Algunos testigos y vecinos de la colonia dijeron a la policía que lograron identificar al presunto homicida: se trata del hermano de la mujer, Juan Carlos Rodríguez Ojeda; ambos, dijeron trabajaban como abogados, por lo que la Procuraduría de Justicia capitalina seguirá esta línea de investigación.
Anónimo
eso es una mentira