Ya declaran en el penal de Apodaca, narcopolicías de Nuevo León

Tras demostrarse sus nexos con el Cártel de los Beltrán Leyva, 20 policías del municipio de San Pedro Garza García, fueron declarados formalmente presos y trasladados al Centro de Readaptación Social del Municipio de Apodaca, Nuevo León.

Dentro del Operativo Limpiemos México que el Ejército Mexicano y las fuerzas federales llevan a cabo en Nuevo León, desde el pasado mes de febrero del 2007, se ha logrado la detención de 118 policías estatales y municipales relacionados con los Cárteles de Sinaloa, Beltrán Leyva y del Golfo.

Todos ellos brindaban protección a los convoys de sicarios que operan en la mancha urbana y la periferia, a fin de que los miembros del crimen organizado no fueran detenidos por los operativos que el Ejército y la policía federal lleva a cabo en las principales carreteras, brechas y calles de la metrópoli neoleonesa.

Tras la detención de Omar Ibarra Lozano, alias el 34 o El Caballo, quien contaba con adiestramiento policial al haber sido miembro del escuadrón de élite SWAT y del escuadrón especial del municipio de San Pedro, junto con dos de sus hermanos, se le encontró una lista con nombres y cargos de elementos policíacos a los cuales se les entregaban 10 mil pesos mensuales por su custodia.

En la lista se encontraban 21 nombres, uno de ellos, el coordinador del Centro de Seguridad C4, que mantenía bajo su servicio más de 400 cámaras de video instaladas en zonas residenciales, comerciales y de esparcimiento del municipio entre cuya población, se encuentran los hombres de negocios más importantes de la Entidad y del país.

Fue el pasado 13 y 14 de julio, cuando los policías fueron detenidos por el Ejército y trasladados a la Séptima Zona Militar para que rindieran declaración ante los fiscales federales y del fuero común por su presunta participación con el crimen organizado en su localidad.

Luego de la declaración, uno de los elementos fue puesto en libertad al no encontrarse pruebas de chocheo o delincuencia organizada. El Alcalde Fernando Margáin, aseveró que el hombre era el armero de la Corporación, quien mantenía en operación armas que no contaban con el permiso correspondiente.

Anoche, envueltos en un impresionante dispositivo de seguridad compuesto por más de 80 elementos ministeriales, militares y federales los 20 policías fueron trasladados al Centro Penitenciario de mediana seguridad, bajo los cargos de cohecho y delincuencia organizada, donde ya rinden su declaración ante un fiscal en el interior del reclusorio.