Ya van 22 mil muertos ¿cuál va a ser su saldo?, la pregunta a Calderón en N. León

Las cosas salieron del control del Estado Mayor Presidencial; la gente encargada del protocolo no midió que una voz “disidente”, “exigente”, clara y honesta, se colaría al interior de una reunión que fue preparada con previa cautela en la ciudad de Monterrey; se les pidió, incluso mandar sus preguntas qué harían al “mandatario” de esta Nación, para evitar sorpresas, como la habida. La reunión sería armoniosa, sin sobresaltos; estaba preparado un teatro más, como los de Ciudad Juárez; era para anunciar sus “ambiciosos programas” de seguridad, de “protección” a la ciudadanía; pero no les resultó así.

Ya por terminar la azul reunión, un estudiante del Tecnológico de Monterrey, puso la llaga en el tema; sorprendió a todos; fue como si las puertas se hubieran abierto repentinamente y un “chiflón” de aire frío hubiera calado hasta los huesos a los presentes; principalmente a esa larga mesa de presídium, donde Calderón no salía de su atónica actitud.

“Queremos preguntar qué tan razonable es esto de reducirlo a un asunto exclusivamente policiaco-militar. Ya van 22 mil muertos, ¿cuántos más, cuántos más faltan, cuál va a ser su saldo? (…) es necesaria la reducción de los daños, el combate a daños colaterales”, espetó de frente el joven Joel Gastélum, estudiante del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM),

Otro joven, quien no dio su nombre, exigió con vehemencia al mandatario que “como empleado que es de nosotros”, rinda cuentas sobre lo que haga en contra del narco y esclarezca la muerte de civiles y de dos estudiantes del Tecnológico caídos en marzo en un enfrentamiento entre militares y narcotraficantes.

El muchacho reclamó: “Exigimos que se deje de discursos y se esclarezcan las muertes de civiles provocadas por el crimen organizado en enfrentamientos con las fuerzas militares, como las de nuestros compañeros del Tec (…) y otros civiles, porque tanto su secretario de Gobernación [Fernando Gómez Mont] como usted, llevan diciendo que nos van a entregar un informe y éste no ha aparecido. Queremos saber qué pasó con esas muertes”.

“El paradigma está totalmente equivocado. El enfoque no es policiaco militar; nosotros creemos que debe estar enfocado, usted debió haber empezado con toda esa media hora que habló de plazas y de narcos y de nombres debió haber empezado con todos los programas hablando de todos los programas sociales que ahora están implementando”, fustigó el joven.

Calderón Hinojosa había expresado ya su pesar por las muertes de civiles, pero también por el caso concreto de los estudiantes Jorge Antonio Mercado y Francisco Javier Arredondo, asesinados en febrero pasado en una refriega entre narcos y militares a las puertas del ITESM, pesar que causó más escozor que beneplácito entre la sociedad nuevoleonesa. La manifestación de ello estaba ahí, en las palabras de estos estudiantes, que con valor se salvaron de ser agredidos por el EMP como es costumbre en este tipo de reuniones “preparadas”

El Presidente dijo: “No tienen que convencerme de lo grave que están las cosas; lo sé y por eso estoy aquí. Por eso estamos trabajando a fondo de nuestras capacidades y limitaciones para poder erradicar y resolver este problema”.

Adriana Dávila, de la asociación de Padres de Familia de Nuevo León, pidió que lo dicho no quede en el aire, pero también asestó: “No quiero un soldado sentado en la cochera de mi casa”.

Andrea Viejo, estudiante de preparatoria, dijo que la gente está huyendo del país, que el talento de Nuevo León está buscando oportunidades en el extranjero: “Al dejar de creer en nuestro estado y en el país […], por más patriótica que sea, veo lo difícil de la situación y no me gusta nada”.